domingo, 26 de octubre de 2008

Francesca

oh!!! si papi más más

La música sonaba estridente, mi chico y yo veíamos a las chicas despojarse de sus ropas, diminutos vestidos de lentejuelas y tangas de perlas (acaso falsas?) cubrían los cuerpos voluptuosos y turgentes, las miradas nos asediaban, una chica de blanco y con cara de corista me miraba de arriba a abajo. El lugar. El Savoy. El Savoy, célebre nombre del hotel donde el hombre de mis sueños pereció a causa de la depresión y el alcohol y por haber perdido a el hombre se "sus sueños" un pinche puto burgués que lo único que quería era su dinero y su estátus. El Savoy estaba repleto de hombres deseosos de carne, de palpar el culo mulato de una bella enmallada, de tocar los senos enormes y operados de la chica rubia de nombre Francesca, Nirvana, Destiny, Melanie y así los nombres de las tables dancers que se te ocurrieran. Un par de cervezas para romper el hielo, hábía unos hombres en una mesa contigua que bebían Bacardí y tenían a las chicas sentadas en sus piernas, les tocaban el culo, las tetas y ellas airosas y poderosas nos miraban a nosotras como reinas otoñales de un reino construido a base de perfumes y joyas que no existían. Un privado???? mi novio le llamó a la "boletera" 250 pesos la pieza, un privadito, escogí a una rubia oxigenada de más, que aunque no bailaba como heroinómana tenía ritmo y me había gustado. Llegó el momento, me perfumé pues sabía que aquella beldad estaría cerca muy cerca de mi cuellecito. La boletera me tomó de la mano y me llevó a un cuartito diminuto y con una luz roja y una silla que servía de escenario. Me senté, mis manos a los costados, empezó una salsa y la chica empezó a contonearse y a arrimarme su pubis en la cara, a menearme sus tetas enormes en mi boca, de repente tomó mis manos y las puso en sus pechos, "tu puedes tocarme lo que quieras" me dijo, yo toqué, nunca había tocado unos enormes senos de silicona, ella olía ese perfume que no existe, su cabello largo y rubio enmarañado y lacio, yo me apoderaba de su espalda y la recorría, una hermosa espalda blanca, paseaba mis dedos en su espalda con mis pequeñas manos, me platicó que estudiaba informática, que era de Aguascalientes (muy oportuno) y que sus pechos eran nuevos y que yo era muy bonita. Ella se movía, me acercaba su humanidad rubia en mi cuerpecito pálido y ponía mis manos en sus nalgas grandes y redondas (ah! que buenas nalgas, trasero, culo, cabús), me preguntó mi nombre, Polly, le dije, podría haberle dicho Paola, pero dado en que estábamos con nombres ficticios le dije el mío, aunque pude haberle dicho que mi nombre era Audrey, Chastity, Amanda, Ráfaga! Ráfaga?, me dio un beso y me fui con cara de in-satisfacción? a mi mesa, no me excité, me di cuenta de que soy buga, jeje. Bueno, más bien lo confirmé.

chicas hermosas, poderosas, guapas, bailando en el tubo, y luego, fue el turno de mi novio, qué tal le fue? no lo sé, les platicaré en la próxima entrega...

va por ti

FRANCESCA (alias Laura)

domingo, 12 de octubre de 2008

El clima está cambiando...




Saben? es algo muy curioso lo que me pasó con este escrito, todo fué un sueño, y me desperté como a las 4 am a escribirlo, es muy breve pero para mi es tan intenso como las personas que se involucraron (sin saberlo) en él. Ahora, ya tiene rostro y nombre y lo amo porque es él y su rostro tomó forma :)
gracias D

La cama aún estaba tibia
miré y estabas a un lado de la ventana
apartaste la cortina,
"el clima está cambiando"
dijiste
Y regresaste de nuevo a las sábanas,
tomaste mi rostro con tus manos,
sonreíste
y comenzaste a transformarte,
"yo siempre estoy cambiando"
"siempre estoy cambiando"
dijiste

P.A.