miércoles, 13 de mayo de 2009

14 de mayo

Esta soledad no está tan sola dentro de mí, es la extensión de mi y mis pensamientos
estoy sola siempre
pero anido un laberinto donde el aire se topa con árboles de insistencia
y rebota dentro
se escuchan vocecitas que esconden toda la felicidad y la locura del mundo
estos ojos del pasado que no dejan de mirar
miran y recuerdan
no necesito cerrar los ojos para mirarte
-el padre muerto-aquella ensoñación en el largo pasillo del hospital como si fuera el camino antes de encontrar la luz, al final
-el padre muerto-ojos claros como el agua, y sonrío, un poco más por estos diez años desde que sus ojos quedaron cerrados para siempre,
-el padre muerto-en tus noches de alcohol y música a todo volumen
él, que ahora vive dentro de mi, esos ojos, pero su voz? creo que la he olvidado, y siento horribles deseos de llorar, cómo pude olvidar su voz?
-el padre muerto-no hay suficiente silencio para escucharte, pero no lo he perdido.
Me escuchas allá adentro?
tristeza
resoplando tristeza y enloqueciendo a ratos
recordando recordando
no tu ataúd ni tu silencio
no tu dolor ni tu ausencia
tu cabello y tus ojos claros
tus bromas pesaditas y tu ternura disfrazada
tu avidéz por las cosas, tus ganas de saber,
tus palabras repetitivas
tu protección y tu risa
tus cosquillas matutinas
tu olor, ese olor de tu loción de ti de las mañanas de los beatles
tu olor en toda la casa
el olor de tu cabello
su textura suave, tu sonrisa,
te gustaba hacer bromas, preguntas,
y aunque no lo querías
eras comprensivo
y los domingos sentados a la mesa esperando en silencio alguna reacción, solo una
un enojo, un grito, una palabra lastimera contra alguien de la mesa, o un elogio, un chiste, una anécdota
y todo eso
todo eso
y no estoy segura si eras feliz,
aunque en mi mundo nadie lo es completamente
quisiera saber más de ti
y lo logro viéndome
callando
estando sola dentro de mí
no sola
solo afuera
nunca adentro
solo así
te miro y me miro y miro el espejo y sonrío y también me asusto,
pasarán años hasta que relamente sepa quién eres, quién fuiste,
mientras tanto miraré el cielo que tu ya no puedes mirar y miraré el espejo para encontrar un mohín, un gesto, una sonrisa, una mirada, una voz,
que me haga recordar que yo también soy tu.
P.A.